El Viaje del Héroe II

Hoy continuaremos exponiendo los puntos básicos que posee cualquier historia mítica que se precie según Joseph Campbell. Los enlazaremos una vez más con las similitudes argumentales de la trilogía original y del videojuego KotOR.

Tras ver el anterior sábado, La Llamada de la Aventura, Los Guardianes del Umbral y El Rechazo de la Llamada, proseguimos el viaje:

4. LOS COMPAÑEROS DEL HÉROE

Al igual que Jasón reclutó a sus argonautas entre los más nobles héroes griegos, para ayudarle en la búsqueda del Vellocino de Oro; Obi•Wan y Luke se adentran en las callejuelas del espaciopuerto de Mos Eisley hasta el oscuro y misterioso submundo de la cantina.

El descenso al inframundo es otro paisaje arqueotípico en el viaje del héroe, y al igual que los protagonistas de la saga visitan la cantina, los personajes del KotOR se ven obligados a descender a los niveles inferiores de la ciudad de Taris. En las dos historias, el yo consciente rutinario se abandona para bajar a las regiones del subconsciente, donde reinan fuerzas extrañas, maravillosas y muy peligrosas.

Tanto en la cantina como en los bajos fondos de Taris, existen variedad de especies ariscas y pendencieras que conviven codo con codo en un fragil y temporal estado de tregua, en el que hay que medir y elegir las palabras adecuadas. Pero no todas las criaturas de este submundo representan fuerzas negativas. Chewbacca y Han Solo son como Zaalbar y Mission Vao; individuos morales en un submundo inmoral.

Estos personajes se unirán a la cruzada del protagonista para convertirse también en héroes, y deberán salvar como inicio de sus viajes sus respectivos guardianes del umbral. En el caso de Han Solo al contrabandista Greedo, mientras que Mission deberá sortear a los Vulkar para liberar a Zaalbar.

5. EL LABERINTO

En la mitología clásica el laberinto ha representado siempre un difícil paso hacia lo desconocido. George Lucas creó un escenario laberíntico para el film THX 1138, y de hecho cuando concibió esta película como su proyecto estudiantil, tenía como título inicial The Laberinth.

Al igual que en los mitos, los laberintos encierran monstruos y trampas que mantienen protegido el camino a la doncella cautiva. En Una Nueva Esperanza se puede interpretar el laberinto como la Estrella de la Muerte, mientras que en el KotOR es la ciudad subterránea de Taris. Ambos laberintos guardan a una doncella, ya sea Leia o Bastilla, y poseen varios monstruos y trampas.

En las historias de fantasía medieval suele existir un triángulo clave consistente en “héroe-doncella-monstruo” , por lo que el protagonista debe derrotar al monstruo para rescatar a la princesa. Como los caballeros medievales, los héroes portarán armadura, robada de los soldados imperiales, y se abrirán paso por el laberinto de pasillos y corredores quedando atrapados en la panza de la bestia.

Sin embargo los personajes de Star Wars no cumplen su papel a rajatabla. Han no actúa precisamente como un héroe sino como un mercenario a sueldo; y Leia no es la clásica damisela en apuros. Aunque el primer encuentro entre Luke y la princesa es una sátira del cuento La Bella Durmiente, Leia no es una víctima desvalida.

En el KotOR sucede de igual forma, presentando inicialmente a Bastilla como una indefensa prisionera drogada por los Vulkar pero al igual que Leia, tras su liberación, se convierte en una líder militar que impone sus decisiones al resto del grupo.

Ahora tras liberar a la doncella, los héroes son atrapados por la bestia del laberinto acabando en sus entrañas. El compactador de basura de la Estrella de la Muerte en Una Nueva Esperanza, y la propia ciudad subterránea de Taris representan el estómago de la bestia.

Por una parte el triturador de basura tiene dos simbolismos. El primero se puede ver como el regreso al útero materno; una estancia con paredes comprimiéndose y una única salida angosta. El segundo simbolismo es el de iniciación y renacimiento. Los héroes de Star Wars sobrevivirán a la experiencia y emergerán transformados.


De esta forma, tanto la Estrella de la Muerte como los niveles bajos de Taris, suponen un rito iniciático para todos los personajes. Ambos grupos, el de Una Nueva Esperanza y el del KotOR emergerán renacidos, se comportarán de modo diferente y empezarán a trabajar como un equipo heróico. El antaño egoista Han Solo arriesga su vida persiguiendo a los soldados de asalto para que el resto del grupo pueda escapar, en una de las escenas más cómicas del film.


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