Tras estas dos semanas de artículos del Maestro Horn en torno al Camino del Héroe, he pensado que era hora de hacer mi propio artículo personal del Camino del Freaky.
Mi primer recuerdo es entrar en un cine de Madrid con mi padre para ver el estreno de El Retorno del Jedi. No dudeis que mi joven mente quedó impresionada por semejantes escenas, todo un rito iniciático en nuestra mitología moderna. Lo que aprendía aquella noche se puede comparar a lo que todos esos niños griegos de la antiguedad absorbieron de los relatos de sus mayores con la Ilíada y la Odisea o lo que un zagal medieval escuchaba del juglar errante sobre las gestas del Mio Cid. Star Wars es parte de nuestra cultura moderna, y para muchos, su única educación moral en estos tiempos tan confusos.
En el otro lado de la moneda está Star Trek, que ha sido como la bala de plata para los warsies, como el desagradable reflejo de un movimiento fan demasiado parecido al propio. Mientras Star Wars podría considerarse atemporal, universal y apto para todos los públicos, Star Trek es añejo, americano y para fans de la ciencia ficción de los sesenta. Y es que es cool y guay ser un fan de Star Wars, pero serlo de Star Trek es algo pecaminoso, rancio y retrógado. Al menos es lo que pensaba yo cuando era más joven.
Hace unos años mi padre me recomendó que viese las películas de Star Trek (son diez), y que abriese mi cabeza a temas mayores que el conflicto entre el bien y el mal. Como ya estaba en la universidad y mi mente había tragado de todo, pude disfrutar de las películas no como un adolescente en busca de ocio fácil sino como un adulto en busca de nuevos horizontes. Y vaya experiencia...
Aunque algunas de las películas son malas (la V y la VII), el resto son excelentes y me llevaron a ver en pocos meses todas las series que existen de esta saga. Por si no lo sabeis, son cinco:
Star Trek Original Series (años 60, 3 temporadas), Star Trek the Next Generation (finales de los ochenta, siete temporadas), Star Trek DS9 (principios de los noventa, siete temporadas), Star Trek Voyager (finales de los noventa, siete temporadas) y Star Trek Enterprise (principios del siglo XXI, cuatro temporadas). O sea, 700 episodios entre pecho y espalda. Lo extraño es que no acabase enloquecido como Quijano el Bueno.
Tras verlas, me puedo declarar también trekker, que no Trekkie, que es un termino que a muchos fans de Star Trek les parece repulsivo por como la prensa americana les ridiculiza despectivamente con él. Y es que Star Trek se parece mucho a los gustos adquiridos. Al principio es agrio, o cuesta masticarlo; pero con el tiempo comprendes lo geniales que son muchos de sus episodios y sus parábolas humanas. Es el equivalente de un puzzle cerebral condensado en episodios.
Orígenes
Star Trek surgió en solitario de la cabeza de este hombre de aspecto campechano que veis a la derecha de estas líneas. Gene Roddenbery fue piloto durante la Segunda Guerra Mundial, policía de Los Ángeles y finalmente escritor. Convenció al naciente mundo de las televisiones de hacer un piloto de ciencia ficción, que los productores calificaron como "demasiado cerebral". El movimiento de los fans logró que la serie viese tres temporadas antes de ser cancelada.
Fue entonces cuando la serie se convirtió en una leyenda de la televisión, al lograr cada vez que era reemitida mayores audiencias que en la anterior reposición. Se había convertido en parte de la mitología americana. Una de las primeras lanzaderas reutilizables de la NASA fue bautizada como Enterprise por votación popular.
Con el estreno de Star Wars se lanzaron nuevas películas de Star Trek (I, II, III, IV) y se pensó en volver a hacer una serie con los mismo protagonistas, al ver su éxito en las salas comerciales. Sin embargo, se decidió que el cast estaba demasiado mayor y que se necesitaba un aire fresco en la franquicia. Gene Roddenberry creo Next Generation, situada no en el siglo XXIII como la primera serie, sino casi un siglo más tarde y con toda una nueva ambientación y tecnología basada en la anterior. Fue todo un éxito, pero Roddenberry falleció durante la tercera temporada, dejando en manos de sus colaboradores la tarea de continuar la franquicia. Tras cinco series, lo demás es historia.
¿Qué es Star Trek?
Es tan difícil de explicar para el no iniciado como intentar comunicar a otros lo que Star Wars representa para uno mismo, pero lo intentaré.
Optimismo
Star Trek habla sobre un futuro mejor, en el que los seres humanos hemos dejado atrás problemas como la guerra, la ignorancia, la economía, el racismo, o la ecología. Es más, estamos hermanados a otras razas interestelares con las que trabajamos codo con codo para conocer más de nuestro universo y cooperar por el bien mayor. Una auténtica era dorada.
En la época que fue creado Star Trek, el mundo estaba al borde de una tercera guerra mundial nuclear, tras la que probablemente el ser humano dejaría de existir. Este mensaje puede parecer una tontería para aquellos que han nacido tras la caída del Telón de Acero; pero en su época fue revolucionaria. Y quizá si esta crisis internacional de verdad estalla sobre nuestras vidas, necesitaremos todo el optimismo necesario para seguir adelante.
Conocimiento
"La verdad os hará libres" nunca ha sido más cierto que en estas series. Los protagonistas de la saga suelen ser hombres de ciencias y letras, cultivados en todo tipo de campos. Esto les convierte en mejores personas, pues pueden entender a cualquier tipo de enigma que el universo lance contra ellos, sea un monstruo, un fenómeno cuántico o incluso un semidios. También les permite ponerse en el lugar de culturas diferentes y de esta manera tratarse con el respeto adecuado.
Y esto cala hondo en el espectador. La ignorancia mata, la ignorancia te lleva a errores de juicio. La ignorancia es tu enemiga. En esta época en que se simplifica la existencia y la educación hasta extremos ridículos, con la televisión lavando el cerebro a las masas, el mensaje de Star Trek nunca fue más necesitado.
Pacifismo
En Star Trek la violencia es la última de las opciones. Siempre se intenta negociar, entender el punto de vista del enemigo y se pone la mejilla cuantas veces haga falta para dar una oportunidad a la diplomacia. En la televisión, en general, se trivializa la violencia y las muertes. Cuantos más puñetazos, cuchilladas y asesinatos metas, más gente acudirá al morboso espectáculo. Es parte del índice de audiencia.
De todas maneras, esto no quiere decir que los miembros de la Flota Estelar dejen de ser unos militares muy bien entrenados capaces de partirle la cara a cualquier ser unicelular o multicelular, esté o no basado en el carbono. Ni que sean débiles, pues en el imaginario popular ser pacifista es lo mismo que ser un cobarde derrotista.
Igualdad
En los 60s Estados Unidos estaba en plena efervescencia de los derechos de las mujeres y de las minorías étnicas. También había pasado una guerra mundial con los alemanes, los japoneses (a los que habían lanzado dos bombas atómicas), y estaba en el proceso de demonizar al enemigo ruso en su guerra fría con el comunismo.
No es de extrañar que para los televidentes fuese un shock que el protagonista blanco de la serie compartiese el puente de mando de su nave con una oficial de color y encima mujer (Uhura), un ruso que controlaba armas de destrucción masiva (Chekov), un japonés de timonel (Sulu) etc etc. Es más, fue la primera serie con un beso interracial y aunque ahora besos lésbicos no nos hacen parpadear, en aquellos tiempo aquello fue "increibleble". Y lo mejor del asunto, es que nadie en la serie hacia propaganda del tema o le parecía extraño. Era normal que hubiese una oficial militar femenina de color o un ruso con siniestro acento con el índice muy cerca de un lanzador de torpedos de fotónes.
Tecnología
Star Trek es una serie para ingenieros. Mi padre es uno, así os haceis a la idea de porqué le gusta tanto. Mientras que Star Wars es para gente de letras, Star Trek es para gente de ciencias. Rayos de gravitrones, quarks, puntos de no retorno, reactores de materia-antimateria, disfunciones temporales, rupturas de plasma y relés estallando a tu alrededor están a la orden del día. La tecnología lo soluciona todo, algo que viviendo en este mundo industrializado no podemos menos que admitir. En Star Trek se puede crear materia de la energía, teleportar gente a decenas de miles de kilómetros, viajar 960 veces más rápido que la luz o incluso crear realidades alternativas mediantes campos de fuerza y hologramas.
Muchos de los episodios tienen lenguaje técnico a puñados y llega un momento que te inmunizas a esa mezcla arcana de ciencia real y fantástica. Es una de las cosas que podría criticar de la seríe; pero hacia el episodio 200 has oido tantas que ya hasta sabes de que hablan mejor que ellos y es parte de su extraño "encanto".
En los siguientes domingos, haré reviews de cada una de las series, para que os animeis a echar un vistazo a esta saga. ¡Que no os acobarden los anticuados decorados y efectos especiales! No importa la forma, sino el fondo. Y hay pocas series que tengan tanto como Star Trek (excepto Babylon 5 claro XDD).
Mi primer recuerdo es entrar en un cine de Madrid con mi padre para ver el estreno de El Retorno del Jedi. No dudeis que mi joven mente quedó impresionada por semejantes escenas, todo un rito iniciático en nuestra mitología moderna. Lo que aprendía aquella noche se puede comparar a lo que todos esos niños griegos de la antiguedad absorbieron de los relatos de sus mayores con la Ilíada y la Odisea o lo que un zagal medieval escuchaba del juglar errante sobre las gestas del Mio Cid. Star Wars es parte de nuestra cultura moderna, y para muchos, su única educación moral en estos tiempos tan confusos.
En el otro lado de la moneda está Star Trek, que ha sido como la bala de plata para los warsies, como el desagradable reflejo de un movimiento fan demasiado parecido al propio. Mientras Star Wars podría considerarse atemporal, universal y apto para todos los públicos, Star Trek es añejo, americano y para fans de la ciencia ficción de los sesenta. Y es que es cool y guay ser un fan de Star Wars, pero serlo de Star Trek es algo pecaminoso, rancio y retrógado. Al menos es lo que pensaba yo cuando era más joven.
Hace unos años mi padre me recomendó que viese las películas de Star Trek (son diez), y que abriese mi cabeza a temas mayores que el conflicto entre el bien y el mal. Como ya estaba en la universidad y mi mente había tragado de todo, pude disfrutar de las películas no como un adolescente en busca de ocio fácil sino como un adulto en busca de nuevos horizontes. Y vaya experiencia...
Aunque algunas de las películas son malas (la V y la VII), el resto son excelentes y me llevaron a ver en pocos meses todas las series que existen de esta saga. Por si no lo sabeis, son cinco:
Star Trek Original Series (años 60, 3 temporadas), Star Trek the Next Generation (finales de los ochenta, siete temporadas), Star Trek DS9 (principios de los noventa, siete temporadas), Star Trek Voyager (finales de los noventa, siete temporadas) y Star Trek Enterprise (principios del siglo XXI, cuatro temporadas). O sea, 700 episodios entre pecho y espalda. Lo extraño es que no acabase enloquecido como Quijano el Bueno.
Tras verlas, me puedo declarar también trekker, que no Trekkie, que es un termino que a muchos fans de Star Trek les parece repulsivo por como la prensa americana les ridiculiza despectivamente con él. Y es que Star Trek se parece mucho a los gustos adquiridos. Al principio es agrio, o cuesta masticarlo; pero con el tiempo comprendes lo geniales que son muchos de sus episodios y sus parábolas humanas. Es el equivalente de un puzzle cerebral condensado en episodios.
Orígenes
Star Trek surgió en solitario de la cabeza de este hombre de aspecto campechano que veis a la derecha de estas líneas. Gene Roddenbery fue piloto durante la Segunda Guerra Mundial, policía de Los Ángeles y finalmente escritor. Convenció al naciente mundo de las televisiones de hacer un piloto de ciencia ficción, que los productores calificaron como "demasiado cerebral". El movimiento de los fans logró que la serie viese tres temporadas antes de ser cancelada.
Fue entonces cuando la serie se convirtió en una leyenda de la televisión, al lograr cada vez que era reemitida mayores audiencias que en la anterior reposición. Se había convertido en parte de la mitología americana. Una de las primeras lanzaderas reutilizables de la NASA fue bautizada como Enterprise por votación popular.
Con el estreno de Star Wars se lanzaron nuevas películas de Star Trek (I, II, III, IV) y se pensó en volver a hacer una serie con los mismo protagonistas, al ver su éxito en las salas comerciales. Sin embargo, se decidió que el cast estaba demasiado mayor y que se necesitaba un aire fresco en la franquicia. Gene Roddenberry creo Next Generation, situada no en el siglo XXIII como la primera serie, sino casi un siglo más tarde y con toda una nueva ambientación y tecnología basada en la anterior. Fue todo un éxito, pero Roddenberry falleció durante la tercera temporada, dejando en manos de sus colaboradores la tarea de continuar la franquicia. Tras cinco series, lo demás es historia.
¿Qué es Star Trek?
Es tan difícil de explicar para el no iniciado como intentar comunicar a otros lo que Star Wars representa para uno mismo, pero lo intentaré.
Optimismo
Star Trek habla sobre un futuro mejor, en el que los seres humanos hemos dejado atrás problemas como la guerra, la ignorancia, la economía, el racismo, o la ecología. Es más, estamos hermanados a otras razas interestelares con las que trabajamos codo con codo para conocer más de nuestro universo y cooperar por el bien mayor. Una auténtica era dorada.
En la época que fue creado Star Trek, el mundo estaba al borde de una tercera guerra mundial nuclear, tras la que probablemente el ser humano dejaría de existir. Este mensaje puede parecer una tontería para aquellos que han nacido tras la caída del Telón de Acero; pero en su época fue revolucionaria. Y quizá si esta crisis internacional de verdad estalla sobre nuestras vidas, necesitaremos todo el optimismo necesario para seguir adelante.
Conocimiento
"La verdad os hará libres" nunca ha sido más cierto que en estas series. Los protagonistas de la saga suelen ser hombres de ciencias y letras, cultivados en todo tipo de campos. Esto les convierte en mejores personas, pues pueden entender a cualquier tipo de enigma que el universo lance contra ellos, sea un monstruo, un fenómeno cuántico o incluso un semidios. También les permite ponerse en el lugar de culturas diferentes y de esta manera tratarse con el respeto adecuado.
Y esto cala hondo en el espectador. La ignorancia mata, la ignorancia te lleva a errores de juicio. La ignorancia es tu enemiga. En esta época en que se simplifica la existencia y la educación hasta extremos ridículos, con la televisión lavando el cerebro a las masas, el mensaje de Star Trek nunca fue más necesitado.
Pacifismo
En Star Trek la violencia es la última de las opciones. Siempre se intenta negociar, entender el punto de vista del enemigo y se pone la mejilla cuantas veces haga falta para dar una oportunidad a la diplomacia. En la televisión, en general, se trivializa la violencia y las muertes. Cuantos más puñetazos, cuchilladas y asesinatos metas, más gente acudirá al morboso espectáculo. Es parte del índice de audiencia.
De todas maneras, esto no quiere decir que los miembros de la Flota Estelar dejen de ser unos militares muy bien entrenados capaces de partirle la cara a cualquier ser unicelular o multicelular, esté o no basado en el carbono. Ni que sean débiles, pues en el imaginario popular ser pacifista es lo mismo que ser un cobarde derrotista.
Igualdad
En los 60s Estados Unidos estaba en plena efervescencia de los derechos de las mujeres y de las minorías étnicas. También había pasado una guerra mundial con los alemanes, los japoneses (a los que habían lanzado dos bombas atómicas), y estaba en el proceso de demonizar al enemigo ruso en su guerra fría con el comunismo.
No es de extrañar que para los televidentes fuese un shock que el protagonista blanco de la serie compartiese el puente de mando de su nave con una oficial de color y encima mujer (Uhura), un ruso que controlaba armas de destrucción masiva (Chekov), un japonés de timonel (Sulu) etc etc. Es más, fue la primera serie con un beso interracial y aunque ahora besos lésbicos no nos hacen parpadear, en aquellos tiempo aquello fue "increibleble". Y lo mejor del asunto, es que nadie en la serie hacia propaganda del tema o le parecía extraño. Era normal que hubiese una oficial militar femenina de color o un ruso con siniestro acento con el índice muy cerca de un lanzador de torpedos de fotónes.
Tecnología
Star Trek es una serie para ingenieros. Mi padre es uno, así os haceis a la idea de porqué le gusta tanto. Mientras que Star Wars es para gente de letras, Star Trek es para gente de ciencias. Rayos de gravitrones, quarks, puntos de no retorno, reactores de materia-antimateria, disfunciones temporales, rupturas de plasma y relés estallando a tu alrededor están a la orden del día. La tecnología lo soluciona todo, algo que viviendo en este mundo industrializado no podemos menos que admitir. En Star Trek se puede crear materia de la energía, teleportar gente a decenas de miles de kilómetros, viajar 960 veces más rápido que la luz o incluso crear realidades alternativas mediantes campos de fuerza y hologramas.
Muchos de los episodios tienen lenguaje técnico a puñados y llega un momento que te inmunizas a esa mezcla arcana de ciencia real y fantástica. Es una de las cosas que podría criticar de la seríe; pero hacia el episodio 200 has oido tantas que ya hasta sabes de que hablan mejor que ellos y es parte de su extraño "encanto".
En los siguientes domingos, haré reviews de cada una de las series, para que os animeis a echar un vistazo a esta saga. ¡Que no os acobarden los anticuados decorados y efectos especiales! No importa la forma, sino el fondo. Y hay pocas series que tengan tanto como Star Trek (excepto Babylon 5 claro XDD).
4 comentarios:
Doy fe de lo expuesto por mi compañero de filas, Frost Raven, reconociéndome como un admirador tardío de esta gran franquicia.
Muy recomendable descubrir esta "otra" pero también gran saga. Empezad por las películas y adentraros después en las series de tv.
No he visto la serie antigua, aunque me encantó TNG. Con las otras no me he puesto aun, pero con el parón navideño igual me animo y me veo DS9...
Por cierto, os recomiendo la serie actual del Doctor Who. Me ha enganchado como pocas series lo habían hecho.
Anímate y hazle un articulo, que se lo merece por ser la serie más larga de la historia de la televisión! :D
Ya hare el artículo de Dr Who, una serie como muchas otras la gran masa de la población española no alcanzó a disfrutar (sólo en las televisiones nacionalistas), pero claro, antes tengo que terminar las Treks y algunas otras míticas X)
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