Hoy toca celebrar la Nochebuena y mañana la Navidad, asi que estos dos columnistas os desean unas felices fiestas, que esteis disfrutando (o sufriéndo XD) con vuestras familias de unas copiosas comilonas y que los que aún tienen la suerte de recibir regalos, consigan lo que deseen.
En el universo de Star Wars hay una celebración similar, el Día de la Vida, en el que como podeis suponer se celebra el ciclo vital, se honra a los muertos y básicamente la familia se reune. Es una celebración wookie que los menos afortunados vimos en esa devanada televisiva llamada Star Wars Holiday Special, que tuvo su premier las navidades de 1978.
Fuera del control de George Lucas, la saga fue convertida en un pastiche en el que Chewbacca regresaba a Kashyyyk junto a su familia, hasta un climax en que Leia cantaba junto a los wookies en un escenario neblinoso inducido por unas velas alucinógenas (lo digo en serio), que casi parece de película de John Carpenter. Incluso Han Solo y Luke hacen su aparición en la, probablemente, escena más cutre de todos los tiempos de Star Wars, con declaración ñoña y todo por parte del cazarrecompensas más malote de la galaxia. Aunque Horn y yo renegamos de las precuelas, francamente, no hace falta que el barbas controle la producción para que esta sea un desastre.
Como "regalo" navideño, aquí os dejo lo mejor de ese despropósito. Miradla bajo vuestra propia responsabilidad. Y si sois cristianos hardcore como yo, podeis optar por la nueva película de Jesucristo para quitaros el mal sabor de boca XD.
En el universo de Star Wars hay una celebración similar, el Día de la Vida, en el que como podeis suponer se celebra el ciclo vital, se honra a los muertos y básicamente la familia se reune. Es una celebración wookie que los menos afortunados vimos en esa devanada televisiva llamada Star Wars Holiday Special, que tuvo su premier las navidades de 1978.
Fuera del control de George Lucas, la saga fue convertida en un pastiche en el que Chewbacca regresaba a Kashyyyk junto a su familia, hasta un climax en que Leia cantaba junto a los wookies en un escenario neblinoso inducido por unas velas alucinógenas (lo digo en serio), que casi parece de película de John Carpenter. Incluso Han Solo y Luke hacen su aparición en la, probablemente, escena más cutre de todos los tiempos de Star Wars, con declaración ñoña y todo por parte del cazarrecompensas más malote de la galaxia. Aunque Horn y yo renegamos de las precuelas, francamente, no hace falta que el barbas controle la producción para que esta sea un desastre.
Como "regalo" navideño, aquí os dejo lo mejor de ese despropósito. Miradla bajo vuestra propia responsabilidad. Y si sois cristianos hardcore como yo, podeis optar por la nueva película de Jesucristo para quitaros el mal sabor de boca XD.
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