Crónicas Galácticas (Parte 8) : La Guerra Civil Sith

Continuamos el repaso a los acontecimientos previos a SW:TOR. Esta semana nos centraremos en los sucesos narrados en el KotOR II, así que aquellos que no jugasteis al videojuego y aún pensais hacerlo no sigais leyendo.

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• 3,951 ABY

En su retorno a los mundos de la República, Kreia encuentra la antigua nave de Revan: El Halcón de Ébano, con la que continúa su búsqueda de la Jedi Exiliada.

A su vez, el Almirante Carth Onasi ordena al crucero El Heraldo recoger y transportar a la Jedi Exiliada a Telos. Una vez que el crucero retorna con la Jedi de los territorios del Borde Exterior. recibe una llamada de socorro del Halcón de Ébano, solicitando ayuda por un ataque de una nave de guerra Sith.

La nave Sith resulta estar vacía salvo por un superviviente: Darth Sion, que simula estar inconsciente para ser llevado a bordo de la nave republicana. Una vez dentro, el Sith y sus invisibles asesinos siembran el caos.

Kreia rescata a la Jedi Exiliada del crucero y huyen a bordo del Halcón de Ébano, que es severamente dañado en la batalla. Con la ayuda del droide astromecánico, T3-M4, el carguero es dirigido a una instalación minera en el campo de asteroides de Peragus II.

La Jedi Exiliada despierta en las instalaciones mineras junto con Kreia. El complejo está abandonado excepto por los droides de trabajo y un granuja llamado Atton Rand, que permanecía encarcelado en la instalación por unos delitos menores. La Exiliada y Kreia vuelven a recuperar su conexión con la Fuerza gracias al vínculo espiritual que existe entre ambas.

Darth Sion y sus Asesinos Sith llegan a la instalación minera a bordo del Heraldo, para matar a la Jedi Exiliada, creyendo que ésta es la última de la Orden. Kreia se enfrenta a su antiguo aprendiz mientras Atton, la Jedi y T3-M4 buscan la forma de llegar al Halcón de Ébano.

Sion corta la mano izquierda de su antigua maestra pero ésta logra escapar junto con el resto del grupo en el Halcón de Ébano. El carguero dispara al combustible de los asteroides para generar unas explosiones en cadena que retrasen al Heraldo lo suficiente como para poder escapar.


Las instalaciones de combustible son destruidas, llevándose gran parte del sistema por delante; pero ambas naves logran huir. El Halcón de Ébano aterriza en la Estación Ciudadela de Telos y mientras Atton, Kreia y la Jedi Exiliada son interrogados sobre la explosión de Peragus, el carguero es robado con el droide T3-M4 a bordo.

Tras demostrarse la inocencia del grupo, éste desciende a la superficie de Telos, donde se encuentran con el ingeniero zabrak, Bao-Dur. Robando una lanzadera en un complejo militar, se dirigen al polo Norte de Telos donde detectan al Halcón de Ébano en una antigua estación de irrigación. Allí se encuentran con Atris, la Maestra de la Exiliada, que como miembro del Consejo condenó a ésta al destierro.


Tras una amarga conversación entre ambas, que versa sobre lo que la Exiliada debería haber hecho durante las Guerras Mandalorianas, Atris deja libre al grupo y les devuelve el Halcón de Ébano que había robado una de las Doncellas Echani.

La última Doncella marcha a escondidas en el carguero. A pesar que la tripulación cree que es una espía de Atris, la Jedi Exiliada le permite quedarse a bordo y con el tiempo la Echani le enseña las secretas artes de lucha de su pueblo.

T3-M4 muestra una grabación del juicio de la Exiliada, extraída de la base de datos de Atris, que además le informa del paradero de los últimos cinco Maestros Jedi que permanecen ocultos: Atris en Telos, Kavar en Onderon, Vrook en Dantooine, Zez-Kai Ell en Nar Shaddaa, y Lonna Vash en Korriban. El grupo marcha a estos mundos con el fin de reunir a los Jedi en Dantooine, y descubrir los motivos de la condena de la Exiliada.


La Jedi localiza a todos los maestros salvo a Lonna Vash, que es hallada muerta en Korriban a manos de Sion. La Exiliada se enfrenta al Sith pero abandona la desigual lucha ante los sabios consejos de Kreia.

La Jedi Exiliada descubre el pasado oscuro de Kreia y Atton, y desvela a la última Doncella echani su herencia Jedi, pues madre Arren Kae había pertenecido a la Orden. Brianna Kae y Atton se convierten en aprendices Jedi, junto con la miraluka Visas Marr, una aprendiz de Nihilus que se convirtió en una seguidora de la Exiliada al sentir la brecha en la Fuerza que constituía.


En Dxun, la Exiliada se alía con Mandalore (Canderous Ordo) para poner fin a la Guerra Civil que existe entre la Reina Talia y el General Vaklu, devolviendo la paz a Onderon.

La Jedi retorna al reconstruido Enclave de Dantooine, donde los Maestros Vrook, Kavar y Zez-Kai Ell han formado un consejo para decidir su destino. La influencia de Malachor V se
hace presente en la Exiliada, que ha atraído en sus viajes tanto a numerosos seguidores Jedi como a los propios Sith que buscan su muerte. La masacre de Malachor provocó la creación de una “herida en la Fuerza”, que la Exiliada porta como una maldición.

Por ello, los Maestros Jedi se disponen a desvincularla definitivamente de sus poderes mediante un antiguo ritual. El proceso es interrumpido por Kreia, que mata a los tres Maestros Jedi arrebatándoles su Fuerza, para hacerles experimentar el mismo sufrimiento de la Exiliada tras la batalla de Malachor V.

Kreia deja a la última Jedi inconsciente y hace creer a Brianna que el Consejo la ha matado, para que ésta la lleve ante Atris. La Exiliada marcha a Telos en el Halcón de Ébano en busca de Brianna y allí descubre que Atris se ha dejado influenciar por los holocrones Sith y por Traya, cayendo en el Lado Oscuro.

La Jedi se enfrenta a su antigua Maestra y le hace entrar en razón tras perdonarle la vida. Atris le revela que Traya ha escapado a Malachor V, con el fin de acabar con la Fuerza en sí.


La Exiliada y Brianna regresan a la Estación Ciudadela de Telos, justo cuando la nave de Nihilus, el Devastador, junto a su escolta de cazas Sith, entran en el sistema. Con la ayuda de Visas Marr y los guerreros de Mandalore, la Jedi se abre paso en la Ravager (el Devastador) y derrota a Nihilus antes de que éste acabe con la Fuerza viva de todo el planeta, al igual que hizo en Katarr.

La Jedi viaja con sus compañeros a Malachor V, donde se estrellan en el Halcón de Ébano. La Exiliada se introduce en la Academia de Trayus mientras que el droide remoto de Bao-Dur intenta poner de nuevo en marcha el Generador de Sombras, con los restos de energía que disponen las naves estrelladas de la superficie del planeta.

La Jedi derrota a los asesinos de la Academia de Trayus y se enfrenta por segunda vez a Sion. Tras convencer al Sith de los propósitos de Traya, Sion abandona su odio y sucumbe finalmente
a sus múltiples heridas.

La Exiliada se enfrenta a Traya en el núcleo de Malachor V y la derrota, perdonándole la vida. Agradeciéndole el gesto, Kreia le revela a la Jedi que Revan marchó en busca del “Verdadero Imperio Sith” del que Malachor V y Korriban constituyen sólo los mundos fronterizos.


Según Revan, los "Verdaderos Sith" promovieron las Guerras Mandalorianas y aún aguardan en las Regiones Desconocidas de la galaxia.

El grupo rescata a la Exiliada en el dañado Halcón de Ébano, al mismo tiempo que el remoto de Bao-Dur hace detonar el Generador de Sombras, destruyendo definitivamente Malachor V.

Continuará…